¿Porqué elegir una Madre de Día?

Una Madre de Día tiene tiempo para coger en brazo a la criatura, cantarle una canción o consolarl@ si se siente triste.
Observa y atiende las necesidades de cada un@, pues l@s conoce individualmente. Solo una atención verdaderamente individualizada, amorosa y maternal, hace posible el sano y pleno desarrollo del niñ@.

Deja que la criatura siga su propio ritmo de maduración y aprendizaje. Apoyándoles y guiándoles sin prisas por alcanzar objetivos marcados.

Crea vínculos con las familias, ofreciéndoles un espacio de apoyo y asesoramiento. Para una Madre de Día la familia es tan importante como lo son l@s niñ@s. El ambiente de hogar y de familia es el primer y más importante núcleo social del menor de tres años. 

Fomenta los estímulos auténticos y naturales, donde los pequeños, a través del juego libre y en contacto con la naturaleza, viven experiencias significativas y son protagonistas de su propio aprendizaje. L@s niñ@s deben experimentar, descubrir. Deben realizar acciones productos de sus propias iniciativas.

No hay establecido ningún periodo determinado de integración. Cada niñ@ y familia necesita un tiempo para adaptarse a una nueva situación. Y en ese tiempo la mamá o el papá pueden acompañarnos el tiempo necesario dentro del hogar de la Madre de día.

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